miércoles, 31 de diciembre de 2014

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS



Según el calendario actual y las convenciones sociales que nos hemos dado, con mayor o menor gusto y acierto, los años acaban el 31 de diciembre. 
Podríamos vivir sin necesidad de fechas ni días de la semana, y no pasaría nada, el tiempo seguiría pasando en nuestra contra sin que pudiéramos hacer nada por impedirlo, salvo morir.
Lo que se espera de un nuevo año es que sea mejor que el anterior. No solo mejor día tras día, sino que las personas que queremos y amamos, incluso las que nos son indiferentes o las que odiamos; las cosas y objetos que nos rodean, que todo sea mejor, o al menos que adquieran esa pátina que nos hacen mirarlos y admirarlos con amor, ternura y deseo.
Así pues, mucha suerte a todos en el convencionalismo que se acerca implacable, y que el azar os sea propicio en lo particular. No os dejéis embaucar por la codicia y la ambición obtusas, ni permitáis que los de siempre os embauquen. 
Sed libres y felices en la medida que ello sea posible y vuestra voluntad os lo permita.



jueves, 25 de diciembre de 2014

YA ES TARDE



Tengo muchos nombres, todos los que me da la gana. Siempre quise ser otros, no algún otro, no. Otros, en plural, pero de uno en uno. Por qué. Te contestaré con la respuesta de hoy, de este momento, la que siento y surge de las emociones que, ¡oh casualidad!: salen todas de mi mente y que, ahora mismo, también controlo. 
Ya sabíamos los dos, antes de conocernos, que las casualidades se repiten en el tiempo aunque no exactamente del mismo modo que la vez anterior. Si, no me refiero a las casualidades que te incriminan en algún acto, aunque no sea delito, sino a las casualidades que se dan en el devenir del tiempo. 
Como en la canción de Sinatra he sido otro a los diecisiete, veinticinco, cuarenta..., así hasta el instante de hoy (el tiempo, siempre el tiempo) que hace viejo todo cuanto pasa. Cuántos somos no lo sé, pero ellas y ellos forman parte de lo que vivimos. Nos cruzamos sin vernos en lugares lejanos y nos encontramos tiempo después, por casualidad, para presentir que somos lo que hemos buscado, en los ojos del otro. En esa mirada nos reconocemos sin ambages, profundamente, entregándonos sin miedo al escrutinio del otro para permitir el examen de los sentimientos, lo que piensa. 
También es feroz, implacable, capaz de analizar el más nimio de los detalles y llegar a una conclusión general y, aunque suene arrogante, los que sabemos que nos sabemos, lo aceptamos porque reconocemos la enorme inversión de inteligencia que supone acertar con tan poco margen de error.
Somos tan buenos, tan guapos, tan bellos, tan hermosos y sublimes; vulgares y groseros, exquisitos y elegantes que lo imperfecto es excelencia, siendo tanta la última que al final todo es belleza. 
Ahora soy éste, y llevo y guardo dentro de mi todos los que fui. Ninguno igual al anterior, todos distintos, cada vez más imperfecto y mejor. Hasta que caiga el maquillaje.

viernes, 12 de diciembre de 2014

FOTOGENIA

Colirrojo Tizón disfrutando de las vistas de Carlos V en su retiro de Yuste, y que amablemente se digno a posar con la elegancia y donaires propios de un  caballero


El pájaro ha hablado por boca de la portada de El País. Dice cosas terribles que dan mucho miedo, porque le pagan para ello. Ahora, en estos días de estafa generalizada que llaman crisis, veremos pájaros de diverso colorido empeñados en cantar la misma canción, cada cual en su tono y con la vistosidad propia del colorido plumaje de aquél que le unta, palabra pegajosa y pringosa donde las haya, la pluma o conexión de fibra con la que entregará sus trinos a los cuatro vientos.
No son pájaros como el de la foto.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

ESTRESADOS


Mariposas en lucha



Reproductoras del hongo que las sustenta bajo tierra. Los humanos somos amantes de estos órganos sexuales a los que llamamos setas. Los recogemos y guisamos para nuestro deleite. Su consumo podría ser una metáfora de las buenas tragaderas que tenemos los ciudadanos. A ver si dejamos de una vez de chuparnos la polla.

lunes, 8 de diciembre de 2014

jueves, 4 de diciembre de 2014

ABARROTAR*



Hay lugares que nos recuerdan, abarrotados, la condición humana; nuestra enorme complejidad y lo difícil que es catalogarnos en un tipo, salvo la especie. Conozco el lugar de la foto desde que era un niño y es posible que en algún rincón quede algo, un objeto, un trozo de cordel o una perra gorda con agujero de aquellos años infantiles. De nosotros, los de antes, nos queda el recuerdo de aquellos días y un largo camino lleno de curvas, subidas y bajadas de los puertos por los que nos lleva la vida. Todo es presente inmediato. El Tiempo, avanza implacable hacia ese futuro que nunca alcanzamos porque vivimos justo en el instante inmediato anterior a que llegue. Por éso es tan importante todo lo que sucede justo antes. Lo que el Tiempo no nos permite ser, es lo que nos dejar ser.

* Referido a cuestiones marítimas... Cargar un buque aprovechando hasta los sitios más pequeños de su bodega y cámaras, y a veces parte de su cubierta.