martes, 24 de julio de 2018

POLÍTICA DE PSICÓPATAS (o SOCIÓPATAS)

      

   El cine nos ha acercado, sobre todo desde El silencio de los corderos de Jonathan Demme, a la figura del psicópata. Estos individuos, en su mayoría hombres, se destacan por su afición compulsiva al asesinato, dividiéndose en dos grandes grupos: desorganizados y organizados. Los primeros sufren alguna clase de enfermedad mental; los organizados disfrutan realmente con lo que hacen, son escurridizos respecto a la investigación policial y tienen, por regla general, altas capacidades intelectuales, aunque son insensibles a la empatía. Ambos grupos representan un porcentaje mínimo entre los psicópatas. Sin embargo hay muchos más conviviendo entre nosotros y que pasan prácticamente desapercibidos, son los psicópatas integrados.
   En la serie Mindhunters, los dos agentes del FBI protagonistas más una psiquiatra que colabora con ellos, se refieren a Nixon como un presidente psicópata, "¿y cúal no lo es?", responde otro. La política siempre ha estado dominada por personajes siniestros en mayor o menor medida. Las características de los psicópatas se pueden leer en este enlace: http://sinalmanicorazon.blogspot.com/2015/04/el-psicopata-politico-y-economico-del.html. Como dice Hare, no llevan una campanilla al cuello que nos advierta de lo que son, solo los podemos detectar cuando entramos en contacto íntimo con ellos, bien a través de una relación personal que nos causará destrozos en nuestra autoestima; o por una complicada simbiosis entre la política y sus consecuencias para los gobernados. Miren ustedes el panorama del reciente pasado y el más actual presente y podrán identificarlos a la cabeza de gobiernos, partidos políticos, grandes empresas y organizaciones de todo tipo.
   Resumiendo mucho. ¿Se imaginan a un tipo como Lecter, pero que nunca haya utilizado sus manos para destripar a nadie, dirigiendo los destinos de un país?, ¿sus políticas sociales y económicas? Aquí lo dejo.